Talentos para la Vida
Agregar a Favoritos
Establecer como Página de Inicio
Mapa del sitio
 - 

Home
La Fundación
Noticias
Donaciones
Contáctenos
English Version

Página Educativa
  Publicación mensual que abarca los Programas de la Fundación, e incluye distintos temas y disciplinas educativos de gran interés, que la convierten en un instrumento de trabajo coleccionable y de alto impacto en este ámbito.
Página Educativa
 
Programas Internacionales
  Talentos para la Vida ha desarrollado a largo de estos 10 años de vida numerosos programas en el ámbito internacional. Los invitamos a recorrer con nosotros este camino que está aún muy lejos de concluir.
Talentos Ejecutivos
 
El otro lado del aula
 
 
 
Aprender a compartir: una propuesta para el primer ciclo
 

Los contenidos que forman parte de un proyecto realista de enseñanza de valores deberían ser vivenciados y practicados en el aula y/o en la escuela. De lo contrario, se corre el riesgo de convertirlos en una simple declaración de buenas intenciones.

 

Los fundamentos que no pueden faltar

Como se ha señalado en diversas oportunidades, la educación tiene la posibilidad y el compromiso social de generar algún cambio porque es un instrumento privilegiado para fomentar el desarrollo de actitudes orientadas al logro de un mundo más justo y solidario. El aula y la escuela son, en este sentido, un ámbito ideal para la enseñanza de valores.

Es oportuno diferenciar dos expresiones que utilizamos corrientemente. Educación en valores y enseñanza de valores. Esta disquisición semántica intenta diferenciar dos aspectos que se relacionan entre sí pero que valdría la pena distinguir.

Educar en valores se refiere a los valores que se vivencian en la escuela, a las actitudes que los docentes asumimos frente a los alumnos, frente a los hechos y a las situaciones que se atraviesan en la escuela, a los mensajes que como educadores ofrecemos y que obviamente estamos enseñando. Es lo que técnicamente podríamos decir que forma parte del currículo oculto de la escuela.

La enseñanza de valores -que no puede pensarse sin un clima institucional que promueva la formación de valores- se refiere a las estrategias que implementamos para promover cambios de actitudes en nuestros alumnos de manera intencional.

En el presente número de Página Educativa vamos a referirnos a la enseñanza de valores en la escuela. Es decir, a las acciones que deliberadamente planeamos para abordar determinadas temáticas que consideramos contenidos de enseñanza.

Estas acciones didácticas pueden asumir varios formatos: talleres, proyectos, espacios institucionales, etc., y presuponen la implementación de diferentes técnicas.
Entre las técnicas específicas para la enseñanza de valores se encuentran las siguientes:

  • clarificación de valores a partir de escalas de valoración, elección y descarte;
  • resolución de dilemas que impliquen cuestiones morales;
  • ejercicios de reflexión;
  • lecturas analíticas de cuentos, novelas, noticias, publicidades.

Para formar individuos capaces de identificar y vivir de acuerdo con los valores que universalmente reconocemos como deseables, es necesario diseñar estrategias didácticas adecuadas para ayudar a que los chicos se orienten ante situaciones que plantean conflictos de valores; formar actitudes desde una posición progresivamente autónoma, y aplicar las normas de convivencia acordadas grupalmente.

¿Por dónde empezar?

Cuando el docente planifica, es deseable que pueda generar y promover situaciones acordes con la edad, con los intereses y consecuentemente con los conflictos que atraviesan los chicos de 7 a 9 años. Es fundamental que, en función de las acciones didácticas que se implementen en el aula, se logre:

  • estimular la reflexión a partir del discernimiento y de la toma de posiciones;
  • favorecer la creación de acciones reales y concretas;
  • promover situaciones o dinámicas que les brinden a los chicos la posibilidad de razonar, sentir, discrepar.

Cuando el docente evalúa, conviene que recuerde que a través de las técnicas o instrumentos que utilice se logre:

  • que los alumnos observen y tomen conciencia de sus progresos;
  • promover la autoevaluación;
  • obtener información sobre los aprendizajes de los alumnos;
  • promover un espacio de intercambio y de diálogo entre el docente y el
    alumno.

Existen varias técnicas e instrumentos de evaluación. Es importante que el instrumento provea la información que el docente desea obtener. Entre las técnicas específicas para la evaluación de actitudes se encuentran la observación, la autoevaluación y la evaluación entre pares.

La observación

La observación directa es una manera de focalizar la mirada en relación con lo que sucede en un tiempo determinado en cualquier situación escolar, formal o informal, que atraviesa el grupo: un momento de juego, una clase, una salida, etcétera. Los indicadores se establecen previamente y sirven de orientación para el observador. Veamos un ejemplo.

Los alumnos están en el recreo. Al docente le interesa conocer si:

  • los niños y las niñas comparten los juegos;
  • los niños y las niñas comparten solamente juegos de destreza corporal como las carreras;
  • todos los niños se integran en los grupos.

La autoevaluación y la evaluación entre pares

Esta técnica favorece la reflexión sobre el desempeño propio y el grupal y puede utilizarse en cualquiera de los grados del primer ciclo.

Las preguntas para retroalimentación reflexiva sirven de instrumento para esta técnica.
Por ejemplo, supongamos que los alumnos han trabajado grupalmente sobre un tema y han realizado diferentes actividades en las que han plasmado sus producciones e investigaciones.

Las consignas que orientarán la evaluación (grupal y/o individual) podrían ser las siguientes:

  • En qué momento del trabajo tuvieron más dificultades tanto grupal como individualmente? ¿Por qué?
  • ¿Cuáles creen que fueron las actitudes personales que ayudaron a que el grupo trabajara mejor?
  • Completen en una hoja, y de manera individual, las siguientes frases:
    Este trabajo grupal me sirvió para .........................
    Para el próximo trabajo en grupo me propongo .........................

Siempre es conveniente diseñar algunos instrumentos que permitan al docente y al grupo tener registradas las situaciones o las vivencias que el grupo atraviesa para recolectar elementos que servirán como material de autoevaluación individual y grupal. Por ejemplo, se puede preparar un diario de clase en el que se registren anécdotas, situaciones, incidentes que pongan de manifiesto comportamientos significativos.
También se pueden utilizar otras técnicas, como entrevistas, debates, asambleas.

 
 
SIGUIENTE  >>
volver  <<
 
Programas Educativos Programas Internacionales Chicos