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-EGB 1-
La planificación diaria: ¿una práctica que no se practica?
 

¿Qué entendemos por planificación, para qué sirve? ¿Qué son la secuencias didácticas?Planificamos o proponemos un cúmulo de actividades –en ocasiones atractivas–para que nuestros alumnos realicen en el aula.Resignificar algunas prácticas que efectuamos en la escuela podría dar lugar a volver a pensar la enseñanza.

 

Las ideas que construimos sobre el tema

En nuestra tarea pedagógica nos enfrentamos con decisiones que debemos tomar respecto de las acciones que realizamos. Algunas de ellas son producto de la discusión, de la reflexión, del intercambio con los pares, de las prácticas que resultaron exitosas y, otras veces, tales acciones responden a rutinas y a tradiciones que se instalan en la escuela.

A modo de anticipación, le proponemos una serie de preguntas para que usted pueda:

  • explorar sus conocimientos previos;
  • evaluar informalmente dichos conocimientos;
  • establecer los objetivos de la lectura de este artículo;
  • focalizar la atención en el tema que se aborda.

¿Usted considera que la planificación diaria es una práctica olvidada? Si es así, ¿a qué cree que obedece este olvido?

¿Sus planificaciones son reflejo de una tarea que se anticipa a la conducción de la clase? Es decir, ¿evidencian un diseño previo de la situación?

¿Cuál es el sentido de la planificación diaria para usted? 

¿Qué utilidad concreta tiene para usted planificar las situaciones de enseñanza que se desarrollarán en cada clase? 

¿Quién es el destinatario de esta planificación? ¿Alguien supervisa sus planificaciones? ¿De qué manera? ¿Comparte sus planificaciones con otros docentes en diferentes momentos del año? ¿Cuándo y de qué manera? 

¿Las estrategias para enseñar conceptos son las mismas que se utilizan para enseñar datos o procedimientos? ¿Deberían serlo? ¿Por qué? 

¿Prevé usted las situaciones didácticas o la clase es la sumatoria de actividades que los alumnos deben realizar? 

Sus clases, ¿están organizadas de acuerdo con criterios didácticos y pedagógicos que toman en cuenta los saberes previos de sus alumnos, los intereses,el tipo de contenido a enseñar, el tipo de clase de la que se trata? 

¿Qué entiende usted por secuencia didáctica? 

¿La secuencia didáctica es coincidente con la estructura de una clase? ¿Por qué?

 

Toda situación de aprendizaje requiere de una planificación previa, que puede insumir diferentes duraciones, según el proyecto, y responder a distintos criterios de organización, pero que en ningún caso debe faltar.

Para intercambiar con los pares:
Comparta con sus colegas sus opiniones y apreciaciones a partir de las preguntas que figuran más arriba. Luego, intente incluir en un mapa semántico los conceptos que surgen de esas preguntas. (Esta producción puede resultar interesante para discutir en reuniones docentes y avanzar con los conocimientos acerca del tema de la planificación)

Los fundamentos que no pueden faltar

A continuación –y en este apartado a modo de construcción del conocimiento–, le proponemos la lectura de la siguiente información que otorgue un sentido al tema de este artículo, que responda algunas de las preguntas formuladas con anterioridad y que genere eventualmente nuevos interrogantes sobre los temas didácticos que nos ocupan en la tarea de enseñar.

Se espera que con los fundamentos usted pueda:

  • Revisar sus expectativas o suscitar otras nuevas.
  • Identificar puntos principales.
  • Monitorear el pensamiento personal.
  • Realizar inferencias sobre el material.
  • Establecer relaciones personales.
Una situación de aprendizaje requiere de una tarea de elaboración previa del docente. Esta tarea, que implica el diseño de las actividades que realizarán los alumnos, la conocemos con el nombre de planificación. Como es sabido, existen diferentes tipos de planificaciones: anual, mensual, quincenal, diaria, que obedecen a un criterio cronológico, es decir, referente al tiempo que insumirá el desarrollo de las acciones de enseñanza y el aprendizaje de los contenidos previstos en dichas planificaciones. En la escuela se planifica, además, por unidad temática, por ejemplo, o por proyectos que no obedecen a criterios cronológicos. De hecho, una unidad temática o un proyecto áulico pueden desarrollarse durante diferentes lapsos: un mes, una semana, un día, una quincena.

En este artículo, vamos a referirnos a la planificación diaria. Es decir, a las actividades previstas para que los alumnos desarrollenen una jornada de trabajo escolar.

En relación con la planificación diaria, podemos observar que, en la actualidad, se extiende entre los docentes la práctica de diseñar o bien, seleccionar una serie de actividades que realizarán los alumnos durante la jornada: en la clase de “Matemática”, la de “Lengua”, etcétera. Se observa, asimismo que, a menudo, las actividades seleccionadas o preparadas por el docente se registran en sus carpetas didácticas. Las carpetas resultan el registro fiel de lo que realizará el alumno en su cuaderno pero no dan cuenta de lo que realizará el docente para promover un buen aprendizaje.

A nuestro juicio, ello conduce al riesgo de no prever con anticipación las situaciones que favorezcan la promoción de un aprendizaje continuo, significativo y con prácticas con sentido, adecuadas a los fines que se persiguen.

Cuando nos referimos a diseñar la situación de enseñanza, aludimos a la necesidad de visualizar de antemano qué es lo que nos proponemos enseñar, qué tipo de contenido será objeto de enseñanza, qué tipo de clase vamos a plantear, qué saben nuestros alumnos sobre ese tema, qué intereses y necesidades tienen, qué esperamos que los chicos hagan o desarrollen con este tipo de contenido.

Tal como lo plantea Coll en Los contenidos en la Reforma (Coll, Pozo y otros,1994), y los documentos curriculares lo confirman, los contenidos no constituyen fines en símismo sino que sirven para que los alumnos desarrollen habilidades, competencias. Los mismos autores precisan que los conceptos (datos, conceptos, hechos), los procedimientos y las actitudes se aprenden de manera diferente, en consecuencia, necesitan ser enseñados de una manera diferente.

Además de pensar en el qué de la enseñanza, al planificar la situación de aprendizaje deberemos considerar cómo se organizarán las actividades de aprendizaje y por qué se ordenarán de esa manera. Es decir, por qué razón pensamos que es conveniente realizar una tarea en grupo y no de manera individual. Será pertinente entonces preguntarse si los alumnos trabajarán solos, en pequeños grupos, en grupo total, cuáles serán las mejores estrategias didácticas para cada momento de la clase: ¿la exposición del docente?, ¿la exploración de los alumnos con una mínima intervención del maestro?, ¿la lectura de textos?, ¿la utilización de medios audiovisuales?, ¿el intercambio de opiniones?, etcétera.
 
 
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