La higiene personal es muy importante en todas las etapas de la vida.

En la mujer, a partir de la pubertad, la higiene de todo el cuerpo resulta primordial. No sólo para evitar malos olores provenientes de bacterias que fermentan el sudor, sino muy especialmente para sentirse cómoda durante los días en que transcurre la menstruación.

Cuando empiecen tus menstruaciones tendrás que protegerte con un producto especialmente diseñado para tu higiene íntima. Este producto, que absorbe el flujo menstrual, se conoce como toalla, toalla higiénica o toalla femenina.

Los primeros días, cuando se elimina un volumen mayor, los cambios de toalla se harán más frecuentemente. En promedio por día puedes usar 3 a 4 toallas y en la noche puede bastar con una sola toalla. Acostúmbrate a no arrojar la toalla usada en el inodoro. Algunos productos vienen en unas bolsitas plásticas individuales que podrás utilizar para desechar la toalla.

 

Existen toallas femeninas de diferentes grosores, dimensiones y materiales, con alas y sin alas. La elección del tipo adecuado dependerá de los niveles de flujo que tengas y de aquella que te ofrezca o sientas que te da la protección más cómoda, segura y discreta..

 

Las toallas femeninas tienen una cubierta superior, de tela ultraseca o de tela suave, que está en contacto un interior formado por una colchoneta absorbente y una cubierta inferior plástica con adhesivo, que se fija a tu ropa interior.

 

La colchoneta absorbente está formada por fibras de celulosa y partículas de gel superabsorbente que al entrar en contacto con el flujo lo capturan y solidifican, impidiendo que retorne a la superficie.

 

Las alas permiten una mejor adherencia a la ropa interior y de esta forma ayudan a evitar accidentes por los lados.