GENEROSIDAD + COMPRENSION + AMOR = PROJIMO
Querido 
  humano de cualquier parte del mundo, queríamos hacerle saber que usted 
  está dotado de los siguientes sentimientos: generosidad, comprensión 
  y amor (entre tantos otros). 
  Viendo que la mayoría de ustedes no los utiliza, tratamos una manera 
  para que ponga en práctica tan nobles actitudes.
  Sabemos que esto no logrará que usted no pueda enriquecerse económicamente, 
  pero lo que es mejor, sí espiritualmente. No podemos obligarle, ni inculcarle, 
  pero si demostrarle que aunque usted no se preocupe, los que le siguen están 
  notando la falta de amor hacia el prójimo. 
  Sabiendo que usted tiene una vaga idea del respeto hacia sus semejantes y que 
  sólo el dinero abarca su mente, no nos es muy grato ver que se está 
  olvidando: de aquel niño que hoy pasó, le pidió una moneda 
  y no se la dio; de aquella vez que pasó por el asilo y dio la espalda 
  a tan triste realidad; aquella otra vez que se apartó de un HIV para 
  no "contagiarse la enfermedad".
  Quedará en su conciencia verificar si esto es verdad. ¿Qué 
  mayor egoísmo y enfermedad existe que la que usted está padeciendo? 
  Porque aunque usted no lo crea, está gravemente enfermo y de esta enfermedad 
  muy pocos consiguen la cura.
  Además les es muy fácil su conflicto interior, ya que nosotros, 
  esta juventud alocada como dicen 
  ustedes, somos el reflejo de las incapacidades de ustedes mismos.
  A continuación le mostramos algunos métodos por los cuales usted 
  podría accionar mejor:
  1º Empiece por la familia: desde sus padres hasta el canario, todos necesitan, 
  ante todo buenos tratos, no es necesario "gritar" para que se le escuche, 
  y sepa que dirigirse de forma incorrecta hiere, muchas veces, el alma de un 
  niño inocente.
  Entérese también de que para un anciano, la soledad y la distancia 
  de sus seres queridos, debilitan aún más su salud y su espíritu. 
  El desamor y el abandono hacia su familia; de cualquier  
  forma en que se realicen son unos de los factores principales de la decadencia 
  humana.
  2º Continúe con la sociedad: que lamentablemente, hoy, está 
  muy destruida y deteriorada por las negligencias e inconciencias de usted mismo, 
  no sea indiferente, no busque escapar, solidarícese con los que menos 
  pueden vivir en paz; el tan sólo estar ahí, el demostrar afecto 
  con un vecino, amigo o un desconocido, es aportar un granito de arena para poder 
  recuperar la confianza y la esperanza, perdidas por las flaquezas y debilidades 
  de este mundo gris.
  3º Finalice con usted mismo: tómese una buena dosis de este remedio, 
  y avergüéncese, humíllese por no sentirse capaz de poder 
  ayudar. Mírese interiormente y descubrirá cuán infeliz 
  es y con qué poquito su vida podrá cambiar.
  Sea un poquito más humano, el dinero en el cielo no lo va a poder gastar.
  Claudia Mabel Varela
  Esc. Educ. Media Nº 1 "M. Dorrego"
  Junín, Buenos Aires