Los
fundamentos que no pueden faltar
En las últimas décadas la sociedad ha experimentado cambios significativos en relación con las nuevas tecnologías que, en consecuencia, también han alcanzado (o pueden alcanzar) a los educadores.
No es posible seguir educando de la misma manera que hace veinte años. La tecnología es una excelente herramienta que puede facilitar la enseñanza puesto que promueve distintas formas de aprender.
La tecnología e ducativa constituye una manera sistemática de diseñar, conducir y evaluar el proceso total de enseñanza a partir del uso de diversos recursos que potencian la tarea de enseñar.
Desde esta perspectiva, habrá que considerar las posibilidades y las limitaciones de los recursos en función de los propósitos de la enseñanza, de las características de los alumnos y de las posibilidades que ofrece la institución.
Tipos de recursos
Los recursos didáctico-tecnológicos tienen un gran potencial para la construcción d el conocimiento y entre la variedad que existe pueden emplearse los siguientes:
Medios visuales y audiovisuales de imágenes móviles. Por ejemplo: televisión, películas, videos, Internet.
Medios visuales estáticos como diapositivas, fotografías, retroproyector, opascopio, etcétera.
Medios sonoros: grabaciones, radio, discos compactos.
Los avances científicos y tecnológicos han incidido en el proceso educativo, poniendo a disposición de docentes y alumnos múltiples recursos audiovisuales para encarar nuevas formas de construir el conocimiento en Ciencias sociales.
Las ideas que construimos sobre el tema
Detallaremos algunos de los prejuicios que a veces se instalan en nuestro discurso o en nuestro pensamiento y sobre los que sería conveniente reflexionar.
El uso de estos recursos sirve únicamente para motivar a los estudiantes.
Trabajar con recursos en clase es dificultoso y hay que tener muchos conocimientos de tecnología.
La tecnología no puede reemplazar al docente.
Es necesaria una capacitación específica para el empleo de los nuevos medios en la escuela.
La escuela no cuenta con un laboratorio de computación.
Si pudiéramos revertir estos preconceptos que funcionan como los primeros obstáculos frente a lo nuevo, podríamos animarnos a utilizar recursos que pueden enriquecer nuestras prácticas. Para ello, deberíamos tener en cuenta algunas consideraciones:
Seleccionar el recurso que se ajusta mejor a los propósitos, al tema y a las características epistemológicas y metodológicas del contenido de la disciplina a enseñar.
Anticipar cuál es la intencionalidad. Es decir, para qué, por qué y en qué momento se desea usar un recurso determinado.
Conocer cómo se utiliza el recurso elegido para que su uso en clase no se convierta en obstáculo para cumplir con los objetivos.
Planificar el momento más apropiado para recurrir al recurso seleccionado. Se puede llevar un guión previamente preparado para poder avanzar o retroceder en la explicación o exposición, según las necesidades e inquietudes de los alumnos.
Preparar a los alumnos anunciándoles el propósito de la clase y del recurso o soporte a emplear.
Tener presente que no existe un solo recurso que sea óptimo para todos los fines.
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Algunas puntas para trabajar en el aula
Para encarar las estrategias de enseñanza, será preciso tener en cuenta tanto el enfoque epistemológico, es decir, el objeto de estudio propio de las disciplinas, como el enfoque metodológico, esto es, el método que éstas utilizan para abordar su propio campo. Esto significa ofrecer los instrumentos necesarios para iniciar a los alumnos en el abordaje de problemas teóricos y metodológicos del trabajo de los científicos y entrenarlos en la forma de encarar el estudio de las disciplinas.
Para la Historia, el conocimiento del pasado es conducción de la comprensión del presente y de la posibilidad de proyectar un futuro mejor. La escuela aspira a la formación de ciudadanos responsables y comprometidos, con capacidad crítica y reflexiva, y para ello, necesitan apropiarse de un acervo cultural que les proporcione elementos con los cuales reflexionar sobre la complejidad de las sociedades humanas y los problemas y circunstancias del hombre actual. De allí la importancia de trabajar el pasado y el presente procurando la búsqueda de semejanzas, diferencias, etcétera.
Los contenidos de Historia deben superar el simple relato sucesivo de acontecimientos porque de lo contrario sería imposible su vinculación con el presente. Los datos aislados no generan conocimiento y no superan la mera repetición, por lo tanto, habrá que hacer hincapié en el análisis de procesos complejos, independientemente de lo lejanos que estén en el tiempo para comprender las causas de los comportamientos individuales y sociales.
La Formación ética y ciudadana se propone la formación de ciudadanos comprometidos con la defensa de los valores democráticos y la dignidad humana. Éste es un espacio privilegiado para generar un proceso y un espacio de estudio y reflexión sobre los contenidos disciplinares. La importancia de la formación de un ciudadano protagonista, responsable y crítico radica en la consolidación de valores y prácticas, tanto en términos de reflexión y de acción. La Formación ética y ciudadana contextualiza contenidos propios de la Psicología, la Sociología, la Ciencia política, el Derecho, la Historia y la Filosofía. Tiene como eje de enseñanza la Ética y la ciudadanía.
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